Juanma Moreno cumple un año de pragmatismo

El presidente de la Junta refuerza su papel institucional en su tercer viaje internacional

El éxito económico luso, modelo para Andalucía a pesar de la brecha ideológica

Carlos Rocha

20 de enero 2020 - 06:00

Pedro Sánchez tuvo un desliz en el debate de investidura y, al despedirse del diputado del BNG le dio las gracias en portugués. Juanma Moreno se ha dedicado a dar las gracias en portugués a todo el mundo –sin equivocarse– en el tercer viaje internacional de su primer año de mandato. Tras Marruecos y Bruselas, le llegó el turno a Portugal.

En Lisboa cumplió, sin demasiado jolgorio, el aniversario de su primer año como presidente de la Junta. Aunque la conmemoración oficial fue ayer, 18 de enero, el político malagueño es jefe del Gobierno andaluz desde el 15 de enero de 2019, cuando los diputados de PP, Cs y Vox lo auparon al sillón de San Telmo tras un histórico debate de investidura en el Parlamento.

Prometió que antes de soplar su primera vela en la Junta realizaría una visita institucional y, casi en el tiempo de descuento, cumplió su compromiso.Ha sido un viaje perfecto para ejemplificar la doble agenda internacional de Moreno: por un lado, el fomento de las relaciones comerciales y, por el otro, el refuerzo de la influencia de Andalucía en Bruselas para promover la llegada de fondos europeos a la región.

En los dos días de agenda que Moreno ha dividido entre Lisboa y Faro, el presidente de la Junta ha cultivado el tono institucional que lleva practicando desde su llegada al poder y que le ha dado empaque a su figura política. El presidente de la Junta y líder del PP andaluz lleva meses esculpiendo una imagen de dirigente conciliador, amable y colaborador.

Una muestra de este carácter es el rápido entendimiento que dejó ver con el titular luso de Economía, el socialista Pedro Siza. A pesar de que ambos proceden de familias políticas enfrentadas, mostraron una sintonía que cristalizó en la invitación a visitarlo en Sevilla que Moreno remitió al cerebro económico del segundo Gobierno de Antonio Costa.

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, saluda al ministro de Estado, de la Economía y de la Transición Digital de Portugal, Pedro Siza / EFE

Gran sintonía con el ministro luso de Economía

El jefe del Ejecutivo andaluz presume de pragmatismo cada vez que tiene ocasión. Huye de sesgos ideológicos siempre que puede. “Si hay una medida con tintes de izquierdas que beneficie a Andalucía, no tendría problemas en sacarla adelante”, apuntan fuentes cercanas al presidente de la Junta. Ese pragmatismo lo ha llevado, durante todo el viaje, a alabar la situación económica del pais vecino, un territorio que comparte ciertas similitudes con Andalucía en ámbitos como el geográfico, el poblacional o el económico.

La recuperación de Portugal tras la virulenta crisis económica ha llamado la atención en toda Europa por el buen comportamiento de las finanzas lusas en un país que pasó un duro examen por parte de los hombres de negro de la troika. Lo llamativo fue que este fortalecimiento económico en el otro lado del Guadiana tuvo como impulsor a un Gobierno socialista apoyado por un partido comunista y un trasunto del Podemos español. Y contra las reglas tradicionales de la política, el Ejecutivo liderado por Antonio Costa puso en marcha al llegar al poder una bajada fiscal.

Moreno se encargó de recordarlo en su primer día, tras participar en un foro empresarial con Siza. El ministro portugués fue más prudente y defendió que las soluciones políticas deben responder a las necesidades de cada momento. Otra dosis de pragmatismo. Lo cierto es que el Gobierno portugués subió la presión fiscal a los más acaudalados, pero bajó el impuesto de sociedades, por lo que la rebaja de tributos que Juanma Moreno ha comenzado a aplicar no es exactamente la misma que la que se ha llevado a cabo en el país vecino. Sí coinciden ambos en el afán por reducir las deducciones y simplificar al máximo cualquier trámite, obsesión del equipo del consejero de Hacienda, Juan Bravo.

No obstante el presidente de la Junta se ha propuesto mirar al otro lado de la Raya –como se conoce a la frontera hispanolusa– para reforzar los lazos con un territorio que es un aliado natural, pero que tiene mejores relaciones con otras comunidades españolas con menor potencia económica. Es el caso de Extremadura o Galicia, que llevan años sembrando en el país vecino y, por lo tanto, recogiendo los frutos. Es lo que aspira a lograr Juanma Moreno para convertir a Portugal en un socio comercial de la importancia de Marruecos.

Juanma Moreno recoge un libro que le ha regalado el ministro del Mar, Ricardo Serrào, en la sede del ministerio do Mar en Lisboa.

El presidente de la Junta vuelve del país vecino convencido de la conveniencia de estos viajes y muy satisfecho por el trato recibido. En la expedición hubo quien mostró sorpresa por el trato recibido por el presidente, similar al de un primer ministro, aseguraron. Moreno sale reforzado, en un contexto complicado para sus socios de Ciudadanos.

Los naranjas –sin presencia en la expedición capitaneada por Elías Bendodo, Carmen Crespo y Enric Millo–, siguen desconcertados por el batacazo del 10-N y su complicada situación orgánica. Con Inés Arrimadas de jefa in pectore y Juan Marín buscando su sitio, Vox no deja de crecer en las encuestas.

En el sondeo de la Fundación Centra, la mayoría que eligió a Moreno se mantiene estable ante una oposición estancada. Obrigado, debió pensar Moreno a leer el resultado. Mas todavía cuando el tapón de la sucesión de Susana Díaz al frente del PSOE andaluz saltó por los aires mientras él cruzaba el puente sobre elGuadiana.

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