Con Cuchillo y Tenedor

El truco infalible para que no se te pegue más la comida en tu sartén de acero inoxidable

El truco infalible para que no se te pegue más la comida en tu sartén de acero inoxidable

El truco infalible para que no se te pegue más la comida en tu sartén de acero inoxidable

La durabilidad y versatilidad de estas sartenes hicieron que muchos las adquiriesen para sus cocinas. La promesa de un utensilio resistente y duradero, capaz de soportar el desgaste diario de la cocina, atrajo a numerosos chefs caseros y profesionales por igual. Aunque de las sartenes de acero inoxidable surge un pequeño problema. 

Esto ocurre en todo tipo de sartenes y nos puede fastidiar aquel plato que estabamos preparando con tanto esfuerzo. No es ni más ni menos que los alimentos se nos peguen. La sartén de acero inoxidable promete que esto no ocurra, pero en realidad sí que ocurre. Sin pensarlo mucho echamos la culpa a la sartén, Sin embargo, con este sencillo truco esto se convertirá en un problema del pasado. 

Antes de sumergirnos en el truco es importante comprender por qué las sartenes de acero inoxidable son tan populares en las cocinas de todo el mundo. Su durabilidad es excelente ya que están fabricadas con un material resistente a la corrosión y a las manchas. Estas prometen una larga vida útil si se cuidan adecuadamente.

Desde gas hasta hornos, las sartenes de acero inoxidable son compatibles con una variedad de fuentes de calor, incluidas las de inducción. Esto las convierte en una herramienta versátil en cualquier cocina. Y, a diferencia de las sartenes con revestimientos antiadherentes que pueden desprender sustancias químicas dañinas, el acero inoxidable es una opción segura y saludable para cocinar. 

Con todas estas ventajas, quién no se lanza a su tienda más cercana a por una sartén de acero inoxidable. Aunque a pesar de estas ventajas, si no conocemos bien este truco nuestra comida se seguirá pegando y pensaremos que habremos malgastado nuestro dinero.

Tradicionalmente, se ha atribuido este problema a la falta de aceite o grasa en la sartén. La clave es otra bien distinta. Para evitar este desastre debemos cocinar con la temperatura adecuada. Sí, así de sencillo. Para comprobar que la temperatura de la sartén es la adecuada, podemos utilizar este curioso truco que no para de circular por las redes sociales. Podemos llamarlo la prueba del agua.

Es muy sencillo. Primero, coloca la sartén limpia y enciende el fuego a una temperatura media-alta. Deja que la sartén se caliente durante unos minutos. Pasado ese tiempo, antes de lanzarte a echar aceite o mantequilla, añade unas gotas de agua. Si las gotas de agua chisporrotean y se evaporan inmediatamente, la sartén no está lo suficientemente caliente. Pero si las gotas de agua bailan sobre la superficie sin evaporarse de inmediato la temperatura es correcta y puedes cocinar sin problemas. 

Cuando la sartén alcanza la temperatura adecuada, las gotas de agua forman pequeñas esferas y se deslizan sobre la superficie, creando una barrera entre los alimentos y la sartén. Esto evita que los alimentos se peguen y permite que se cocinen uniformemente.

A partir de ahora, cuando te lances a cocinar con tu sartén de acero inxoidable realiza esta sencilla prueba y observa cómo tus alimentos dejarán de pegarse. Ya no tendrás que transformar unos huevos fritos en unos revueltos y disfrutarás al máximo de este utensilio duradero.

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