Cuenta Rafael Córdoba que “esta joya en estuche pequeño” que es su patio de Postrera, 28 pertenece a una casa que data del siglo XVI y que mantiene, en gran medida, su aspecto original. En el recinto, en el que llegaron a vivir tres familias, Y en el que todo es tan mini como precioso”, se pueden encontrar, junto a numerosos cachivaches antiguos, un tradicional y bello pozo medianero con elementos romanos y árabes, una pila lavadero y una escalera “coquetísima”.
El abuelo de Rafael compró el inmueble y él, tras tomar el relevo de sus tíos, va poco a poco recuperando elementos antiguos y perdidos a lo largo del siglo XX, como el pavimento de bolos de río. Muchas de sus plantas han sido añejas, cuidadas con especial cariño, primero por su tía Adoración, Dori, y heredadas por su sobrino.
En sus macetas de color añil, hay muchísima presencia de especies tradicionales, entre los que destacan los geranios y las gitanillas, además de buganvillas y una dama de noche “escandalosa”, defiende.