El Patio de la Costurera –oficio de Araceli López Navajas, la madre de Meritxell y Ara Valle– tiene reminiscencias judías, como se puede comprobar en la mezuzá de su portada, de las pocas conservadas en España, con dos versículos de la Torá.

También conserva uno de los tres pozos árabes que quedan de los arrabales de la Córdoba musulmana, sus pilas y una cocina de cinco fogones de la antigua casa en la que vivían siete familias. Se trata de una casa que puede ser de 1400 –forma parte de la primera construcción que se hizo en el barrio– y que Araceli rescató de la ruina.

Su ornamentación está centrada en las plantas antiguas, claveles, gitanillas, rosal de pitiminí, jazmines...Se trata de un recinto cuyas plantas crecen también en latas, como en los patios más clásicos, y en el que se ha rescatado el color verde malaquita.