Ubicado detrás de la iglesia de San Lorenzo, es conocido como el Patio de Carmela por Carmen Montilla, fallecida en 2005 a los 82 años, una institución dentro del mundo de los propietarios de los Patios que dedicó más de la mitad de su vida al cuidado de sus plantas, incluso desde su silla de ruedas en los últimos años.

Esta antigua casa de vecinos se presentó por primera vez al concurso municipal en 1957, consiguiendo el segundo premio. Desde entonces ganó en siete ocasiones el primero y otros 30 reconocimientos más. Es el típico patio de casa de vecinos, en torno al que se distribuyen las distintas viviendas en la planta baja.

Se caracteriza por una arquitectura popular, con paredes encaladas en las que se abren ventanas con marcos de madera antigua y rejas de hierro. Las macetas que cuelgan, así como los marcos de las puertas, están pintadas en un color azul intenso que crea ese característico y refrescante contraste con el blanco de las paredes. Su suelo es de enchinado cordobés y losas de barro y su pozo es árabe.

El Ayuntamiento lo convirtió en el Museo de los Patios de Córdoba.