De 1700 data la histórica casa de vecinos que fue en origen Barrionuevo, 43. Aquellas habitaciones donde se hacinaban familias, dieron paso a viviendas y apartamentos turísticos y hoy en ellas residen cuatro familias, incluida la de José Antonio López, su cuidador, junto a Virginia.
Se conservó la estructura y el espíritu del antiguo edificio, adaptados a la forma de vida actual, sin servicios comunes como el lavadero o el pozo medieval con un brocal al que se le atribuyen nueve siglos. Desde el zaguán de esta casa se accede a dos patios-pasillo separados por ese arco de medio punto de ladrillo tan característico que incluso le da nombre al recinto –el Patio del Arco– y que preside San Rafael.
En el segundo, al fondo, es donde se encuentra ese pozo moruno con un brocal del siglo XII. Entre sus plantas destaca un espectacular rosal trepador, premiado en 2019 como planta singular por el Real Jardín Botánico de Córdoba.